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La experiencia de CAPRA en Costa Rica
En Costa Rica, el modelaje estocástico de amenazas de la Naturaleza, en general, y CAPRA, en particular, han sido vistos y usados como una oportunidad para aumentar el conocimiento sobre las amenazas de la Naturaleza y buscar formas para tratar con ellas.
Ya se han obtenido varios adelantos, dentro del marco del proceso de Administración de Riesgo por Desastres, en tres estimulantes actividades:                                          

  1. El diseño de un “Vehículo de Transferencia del Riesgo Catastrófico” (el VTRC).
  2. El Decreto Presidencial No. 36721-MP-PLAN: “Creación del Modelo de Vulnerabilidad ante el Riesgo de Desastres, Aplicable a Amenazas Naturales” (el Decreto).
  3. Un Proyecto de Asistencia Técnica con Acueductos y Alcantarillados (AyA) que es la institución encargada del sistema nacional de Agua Potable y Saneamiento (TAP AyA)

El VTRC ofrece una estrategia de transferencia del riesgo basada en un esquema de tres capas (Reservas, garantía del GdCR por medio de un instrumento del tipo DDO y reaseguro). Cuando dicha estrategia esté implementada, el GdCR podrá tener asegurados sus activos fijos más importantes contra la amenaza de sismo y con un costo eficiente.  

Con respecto al Decreto, tenemos que las razones principales para su emisión son tanto la enorme exposición del país a amenazas naturales como la decisión del GdCR de ejercer una visión activa de la administración del riesgo de desastres.

La institución a cargo del modelo es la “Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias” y ellos están usando CAPRA para implementar el modelo estocástico dictado por el Decreto.  Un aspecto muy importante de mencionar es el papel activo de los diferentes “Comités Técnico-Científico” para poder contar con el modelo totalmente validado y apropiado.

El Decreto, publicado en agosto del 2011, establece el uso obligatorio del modelo, con el propósito de reducir el riesgo de desastre, para todas las instituciones estatales y para áreas tales como: planificación territorial, la implementación de asentamientos humanos y vivienda, el establecimiento de inversión pública e infraestructura y la ejecución de mecanismos de transferencia de riesgo, en particular el desarrollo de seguros.  Para otros actores –como la academia, la actividad privada y la regulación de seguros- el modelo es de referencia y se recomienda su utilización.

Así tenemos que, gracias a la promulgación del Decreto, Costa Rica está usando CAPRA como una herramienta estándar para todos los propósitos de la Administración del Riesgo de Desastres.  

Finalmente, el TAP en marcha con AyA nos ofrece un excelente ejemplo de la utilidad de CAPRA – para el proceso completo de Administración del Riesgo por Desastres- para una entidad que brinda, a nivel nacional, servicios básicos vitales como lo son el acceso al agua potable y al saneamiento de las aguas negras.

Ya se han obtenido unos primeros productos relacionados tanto con resultados físicos –que, por ejemplo, pueden ser usados para reducir la frecuencia y/o la severidad de los siniestros esperados- como con resultados financieros, que pueden ser empleados para diseñar coberturas de seguro más racionales y para apoyar todo el proceso de toma de decisiones.

De esta forma tenemos que el tomador de decisiones, al usar CAPRA, estará en posición de recibir respuestas a preguntas tales como, por ejemplo: ¿Cuáles son los componentes más vulnerables del sistema de agua potable y del sistema de tratamiento de aguas negras?  ¿Cual es el daño esperado? ¿Existe alguna concentración de los daños? ¿En qué tipos de componentes se debería prioritariamente invertir dinero?

Así, por ejemplo, la priorización de una serie de trabajos de mitigación identificados puede ser decidida empleando el concepto de “Pérdida Anual Esperada” para diferentes escenarios de calidad de estructuras y dando la debida atención a aspectos como concentración de los daños y la población afectada por la interrupción del servicio de agua potable.

Desde el punto de vista financiero, el concepto de “Pérdida Máxima Probable (PML por sus siglas en idioma inglés) o “Curvas de Excedencia de Pérdidas” (LEC por sus siglas en idioma inglés) pueden ser usados para diseñar una (más costo-eficiente) cobertura de seguros del tipo “Primera Pérdida”.